domingo, 19 de febrero de 2012

Libro halo:first strike capitulo 1 en español

REACH
CAPÍTULO UNO
0622 horas, 30 de Agosto del 2552 (Calendario Militar)
/ UNSC
Buque el Pillar of Autumn,
Sistema Epsilon Eridani cerca de la Estación Gamma en Reach


El Spartan -104 Frederic hacia girar un cuchillo de combate, sus dedos eran ágiles a pesar de la voluminosa armadura de combate MJOLNIR que portaba sobre su cuerpo.
La hoja trazaba en el aire una complicada serie de arcos finos. Los pocos refuerzos del personal Naval en la cubierta regresaban exhaustos y evitaban sus ojos; al Spartan quien empuñaba un cuchillo y estaba seguramente acompañado por la presencia de varios cuerpos muertos.

Él estaba nervioso y estaba más que en una misión normal. El objetivo original del equipo, era la captura de una nave Covenant; habían estado restregándose en la cara de la nueva ofensiva del enemigo. El Covenant tenía como ruta dirigirse hacia Reach, donde la últimos comandantes del Mando Espacial de las Naciones Unidas (UNSC) estaban fortificados.

Fred no podía ayudar, pero esperó a que usaran las tropas en tierra y tuvieran un combate nave a nave. El cuchillo dio vueltas.

Alrededor de él, sus camaradas cargaron armas, apilaron sus equipos y se preparaban para el combate, sus esfuerzos se redoblaron desde que el Capitán de la nave tuvo personalmente al quien tendría el mando de la misión, era el líder del equipo: SPARTAN-117; pero Fred estaba algo atrasado en ello. Solo Kelly terminó en guardar su equipo antes que él.

Él balanceó en el momento, el cuchillo hacia su dedo blindado. Permaneció ahí perfectamente, por varios segundos.

La gravedad que causó el Pillar of Autumn hizo un sutil cambio en la punta del cuchillo. Fred lo lanzó desde el aire y lo enfundó en un solo hábil movimiento. Sintió un frío estremecimiento sobre su estomago cuando se produjo la fluctuación de gravedad, lo que significa: que la nave había justamente cargado, por supuesto otra complicación.


El Jefe Maestro el SPARTAN 117-John, caminó hacia el panel COM más cercano, cuando el Capitán Keyes atiborró con su rostro la pantalla. Fred sintió un ligero movimiento a su derecha, una mano sutil, que era proveniente de Kelly. Él abrió una frecuencia privada COM hacia su compañera de equipo.


"Parece que tenemos más sorpresas", dijo Kelly.


"Entendido", respondió Fred, "Aunque creo que he tenido bastantes sorpresas para ésta misión."


Kelly lanzó una risita.

Fred centró su atención en el intercambio de John hacia Keyes. Cada Spartan fue seleccionado desde edad temprana y entrenado por la alta ciencia militar; habiendo sufrido múltiples procedimientos de aumento: bioquímicos, genéticos y de cibernética. Dando como resultado, a que un Spartan podía escuchar un alfiler cayendo en una tormenta de arena y cada Spartan en la habitación estaba interesado en lo que el capitán tenía que decir. Si vas a pasar por el infierno, Capitán/Oficial Méndez, el primer maestro de los Spartans, dijo una vez, tendrás que hacerlo de manera ingeniosa...

El Capitán Keyes frunció el seño sobre la pantalla de la nave, sosteniendo una pipa en su mano. Aunque su voz era tranquila, el Capitán aferraba la pipa que era de color blanco apretado los nudillos cuando resumía la situación. El único espacio donde el buque estaba atracado era en una de las instalaciones orbítales en REACH, la cual había fracasado en eliminar su base de datos de navegación. Si los datos NAV (navegación) cayeran en manos del Covenant, el enemigo tendrá un mapa hacia la Tierra.

"Jefe Maestro", el Capitán dijo: "Creo que el Covenant usará un Slipspace, dando un salto a una posición a las afueras del puerto espacial. Ellos tratarán de alcanzar a sus tropas en la estación, antes de que las armas de la Súper MAC puedan derribar sus naves. Este será una misión difícil; Jefe. Estoy... abierto a sugerencias. "

"Nos ocuparemos de ella", respondió el Jefe Maestro.


El Capitán Keyes amplió sus ojos y se inclinó hacia adelante en su silla de mando. "¿Exactamente cómo, Jefe Maestro?"

"Con todo el debido respeto, Señor, los Spartans están entrenados para manejar misiones difíciles. Dividiré mi escuadra. Tres abordarán el puerto espacial y se asegurarán de que los datos NAV no caigan en las manos del Covenant. El resto de los Spartans irá a tierra firme y repelerá las fuerzas de invasión".

Fred apretó los dientes. Teniendo en cuenta su elección, prefirió pelear contra el Covenant en tierra. Al igual que sus compañeros Spartans, detestaba estar en servicio fuera del planeta. La operación era a bordo del puerto espacial y estaría en peligro a cada paso, desconociendo el despliegue del enemigo, sin gravedad, con el intelecto inútil y sin la suciedad debajo de sus pies. Eso no era la cuestión, de hecho: Las misiones espaciales eran la tarea más difícil, por lo que Fred intentó en ser voluntario para ello.

El Capitán Keyes consideró la sugerencia de John. "No, Jefe Maestro. Es demasiado arriesgado; tenemos que asegurarnos de que el Covenant no obtenga los datos NAV. Usaremos una mina nuclear, colóquelo cerca del anillo de acoplamiento y detónelo. "

"Señor, el EMP (Pulso Electromagnético, de granadas de plasma en este caso) calcinará las bobinas de los superconductores de las armas orbitales. Y si utiliza las armas convencionales del Pillar of Autumn, la base de datos NAV podrá aún sobrevivir. Si el Covenant hace una búsqueda entre los restos, obtendrán los datos. "

"Cierto", dijo Keyes y dio un golpecito cuidadosamente a su pipa llevándola a su barbilla. "Muy bien, Jefe Maestro. Tomaremos su sugerencia. Trazaré un curso sobre la estación de acoplamiento. Enliste a su Spartans y prepare dos naves de descenso Pélicans. Los lanzaremos.” Él consultó con Cortana. “En cinco minutos".

"Si, Capitán. Estaremos listos".

"Buena suerte," dijo el Capitán Keyes y la pantalla se oscureció.

Fred quitó la atención sobre el Jefe Maestro cuando se dirigió a encarar a los Spartans. Fred empezó a dar un paso hacia delante; pero Kelly le dio un pequeño golpe.

"Jefe Maestro", ella dijo, " Permiso para dirigir la misión espacial. " La maldita siempre había sido más rápida.


"Denegado", dijo el Jefe Maestro. "Yo estaré dirigiendo eso”.


"Linda y James", continuó. "Estarán conmigo. Fred, tu serás líder del Equipo Rojo. Tendrás el mando de la operación táctica terrestre. "


"¡Señor!" Fred gritó y su voz comenzó a protestar como si dudara. Ahora no era momento para cuestionar órdenes... cuanto mucho él lo había estado esperando. "¡Sí, señor!"

"Ahora estamos listos", dijo el Jefe Maestro. "No tenemos mucho tiempo. "


Los Spartans permanecieron de pie por un momento. Kelly convocó, "¡Atención!". Los soldados quebraron filas y le dieron al Jefe Maestro un estridente saludo, el cual éste les devolvería inmediatamente.

Fred cambió a la frecuencia del Equipo Rojo y gritó, "¡Muévanse, Spartans! Quiero al equipo reunido en noventa segundos y las preparaciones finales en cinco minutos. Joshua: Enlaza con Cortana y que me obtenga un mapa e información actual sobre la zona de aterrizaje, no me importa si sólo son imágenes climatológicas o de satélite, pero quiero fotos y los quiero en antes de noventa segundos. "

El Equipo Rojo saltó hacia la acción.


El nerviosismo previo a la misión se había ido, sustituido por una fría calma. Había trabajo que hacer y Fred estaba ansioso por hacerlo. El oficial de vuelo Mitchell se aturdió cuando una ráfaga de energía fue disparada dentro de la bahía de aterrizaje y vaporizó un metro de sección del muro. Al rojo vivo, el metal fundido se esparció por la ventana principal de la nave de descenso Pélican.


Esto se destornillará, él pensó y golpeó los propulsores del Pélican. El arma de metal color verde (barras de combustible…posiblemente) se proyectaba al mismo tiempo que una columna de fuego azul/blanco, entonces dañaron las afueras de las bahías del lanzamiento del Pillar of Autumn dentro del espacio. Cinco segundos después el infierno se desató. Las próximas ráfagas de energía provenían del los buques liderados por el Covenant, que cortaron sus posiciones y cayeron sobre un COMSat. El satélite de comunicaciones se vino abajo, desintegrándose en fragmentos brillantes.

"Es mejor que se sostengan"

Mitchell anunció a sus pasajeros en la bahía de tropas de la nave de descenso.

"Tenemos compañía”
Una multitud de naves atacantes Seraphs del Covenant, volaban en una estrecha formación y se precipitaban a través del espacio para interceptar el curso de la nave de descenso. Los motores del Pélican ardieron y la pesada nave cayó en picada hacia la superficie de Reach. Los combatientes alienígenas aceleraron y ráfagas de plasma parpadeaban salientes desde sus posiciones.


Un perno de energía anterior cortó el babor de la nave, en sentido estricto desapareció parte de
la cabina de Pélican. La voz Mitchell se oyó a través del sistema COM:


"Bravo Uno a Knife Dos Seis: Necesito un poco de ayuda por aquí."

Él piloto rodó el Pélican para evadir un masivo pedazo, que se había desprendido de los restos de una patrulla muy cercano a la proveniente onda de asalto. Debajo del acalorado fuego de plasma, logró esquivar a tiempo la insignia del UNSC forjado en el pedazo de metal.

Mitchell frunció el seño. Esto empeoraba a cada segundo.
"Bravo Uno a Knife Dos Seis ¿Donde diablos estás? ", Gritó.

Cuatro enormes formas aparecieron, estas naves se abarcaron dentro de la posición y alcance de Mitchell; eran pesados, eran Longswords.

“Knife Dos Seis a Bravo Uno", una tersa voz femenina se escuchó a través de canal COM.

"Mantén tus pantalones arriba. Hoy es un buen día para hacer negocios". Dijo la piloto del Longsword

Demasiado bueno. Apenas los Longswords tomaron posición para escoltar la nave de descenso, cuando Seraphs del Covenant se aproximaron, abriendo una barrera de fuego de plasma. Tres de los cuatro escoltas Longswords del Pélican cambiaron su curso, dirigiéndose a toda potencia hacia las naves del Covenant. En la oscuridad del espacio, los cañones se iluminaban y los misiles grababan senderos fantasmales; las armas de energía del Covenant cortaban la oscuridad de la noche y las explosiones se esparcían por el cielo.


El Pélican y su único escolta aceleraron en línea recta hacia el planeta. Se dispararon pernos de plasma que atravesaban los restos; la nave de descenso giró y maniobró cuando los misiles y bolas de plasma se atravesaban sobre su camino. Mitchell se sorprendió cuando las armas de defensa orbital de Reach abrieron fuego. Una bola blanca fundió directamente el metal sobre el Pélican y su escolta, cuando ellos se dispararon por debajo de la plataforma de defensa en forma de anillo de la superestructura.

Mitchell envió al Pélican a la atmósfera del planeta. Llamas vaporosas sobresalían peligrosamente por toda la nariz de la nave y el Pélican se mecía de un lado a otro.


"Bravo Uno, ajusta el ángulo de ataque", la piloto del Longsword le informó.


"Estás entrando a gran temperatura".

"Negativo", dijo Mitchell. "Estamos entrando rápidamente la superficie no lo lograremos. Contactos enemigos a mis cuatro y tres”.

Una docena más Seraphs del Covenant dispararon a sus motores y en ángulo descendente hacia las dos naves.


"Afirmativo: a las cuatro y tres. Voy por ellos, Bravo Uno", la piloto del Longsword anunció.

“Derribemos a esos malditos."

El Longsword giró vertiginosamente hacia la formación Covenant. No había posibilidad de que la piloto pudiera derribar a una docena de Seraphs. Knife Dos Seis sabía eso. Mitchell sólo esperó a que los preciosos segundos de Dos Seis fuera más que suficiente. El Pélican abrió sus reservas de oxígeno y quemó combustible, cayendo en picada a tierra a cien metros por segundo. Un aura tenue de llamas envolvió a la embarcación estruendosamente de un rojo a un terrible naranja.


La sección posterior del Pélican se había desprendido por accidente, donde usualmente los asientos están en la sección de izquierda a derecha. Los generadores de soporte vital entre el servidor de seguridad, los pasajeros y el compartimiento del piloto; también se habían desprendido, haciendo una habitación.

Bajo en otras circunstancias, tales modificaciones podrían dejar espacio en la bahía de tropas, sin embargo, estaba ocupado. Veintisiete Spartans se aferraban a la nave; agachados en su armadura MJOLNIR para absorber el impacto del rápido descenso. Su armadura era de media tonelada de aleación de negro, con placas de cerámica débilmente iluminadas de verde y el parpadeo de los emisores de los escudos de energía. Visores polarizados y cascos llamativos, los hacían lucir como héroes griegos y a su vez máquinas humanas. A sus pies, había bolsas de equipamiento, cajas de municiones y estaban anclados en su lugar. Todo se sacudía dentro de la nave y el aire denso se incrementaba cada vez más.


Fred golpeó el canal COM y gritó: "¡Sujétense!" La nave se sacudió y luchó por mantener el equilibrio. La SPARTAN-087 Kelly, se acercó y abrió una frecuencia.

"Jefe, vamos a tener mala comunicación de la escuadra después de caer en el planeta", ella le dijo.


Fred hizo una mueca de enojo cuando se dio cuenta de que había sólo una emisión FLEETCOM 7 (Comunicación de Flota 7 De hecho se puede referir a "Control", pero el término más adecuado es "Comando", donde las naves se reportan, al igual que los Almirantes): Tenía correo basura en la radio de cada nave en rango. Maldición.

Abrió un canal privado hacia Kelly. "Gracias", él dijo. Ella respondió con un sutil movimiento de cabeza. Sabía mejor que era un simple error y con un segundo en el mando, Kelly también estaba arreglando los errores en su canal COM. Él necesitaba a su sólida roca (Kelly). Necesitaba a todo el Equipo Rojo y un alambre bien fuerte que los uniera. Lo que significa que él necesitaba asegurarse de mantenerlos juntos. No más errores.


Comprobó los biomonitores de la escuadra. (Aparato receptor que toma las imágenes directamente de las instalaciones filmadoras y sirve para controlar la transmisión. Bio, puede derivarse a una pantalla específica para identificar signos vitales, pero es especulación)
Mostraban a todos en luz verde en su HUD, con rítmicos pulsos marginalmente acelerados. El piloto era otra historia aparte. El corazón de Mitchell se disparaba como un rifle de asalto. Cualquier problema con Equipo Rojo no era físico; los biomonitores confirmaron mucho más. Los Spartans eran utilizados para misiones difíciles; el Alto Mando de la UNSC nunca los enviaba al trabajo "fácil".

Su trabajo esta vez era tocar tierra y proteger los generadores que dan energía a las plataformas del Cañón Orbital de Aceleración Magnética (MAC). La flota estaba siendo arrasada a pedazos en el espacio. Las armas del masivo MAC eran la única cosa que mantenía al Covenant a reabastecer sus líneas y tomar Reach.

Fred sabía algo que Kelly y los demás Spartans coincidían, era dejar atrás al Equipo Azul en manos del Jefe Maestro. Habría infinitamente preferido estar con el Equipo Azul. Conocía a cada Spartan aquí, sentía como si estuvieran tomando el camino más fácil allá afuera. Si las naves y sus jinetes mantuvieran alejado a la oleada de asalto Covenant, La misión del Equipo Rojo era vía terrestre y era necesario abrirse camino.

La mano de Kelly golpeó el hombro de Fred y él lo reconoció como un gesto consolador. La agilidad de Kelly era como la de una navaja, ésta se multiplicó cinco veces por la reacción de los circuitos de su armadura MJOLNIR. Ella no lo habría tocado "accidentalmente" a menos que significaba algo y el gesto hablaba por si solo. Antes de que pudiera decirle algo a ella, el ángulo de gravedad del Pélican se implantó en los estómagos de los Spartans.

“Nos estamos aproximando", avisó el piloto.


Los Spartans flexionaron sus rodillas cuando el Pélican se balanceó cuando daba un apretado giro. Una caja rompió sus correas de retención, rebotó y se pegó en la pared.


El canal COM se abrió con estática y apareció la voz de la piloto del Longsword: "Bravo Uno aquí Knife Dos Seis, enemigos contraatacando. Estoy recibiendo fuego enemigo " El canal bruscamente se llenó de estática.

Una explosión azotó al Pélican y pedazos de metal salieron de su grueso casco. Parches de armadura ardiente y algunas burbujas empezaron a salir. Las explosiones de energía indicaban la ebullición del metal, llenando el interior con humo por una fracción de segundo, antes de que la atmósfera presurice la nave y golpee profundamente con neblina su interior. La luz del sol fluía a través de la lacerada armadura de Titanio-A.

El Pélican se tambaleó y Fred vislumbró 5 Seraphs Covenant pilotando de manera turbulenta en el aire.

"Tengo que esquivarlos" el piloto gritó. "¡Sosténganse!"

El Pélican se lanzó hacia delante y sus motores explotaron por la sobrecarga. Los estabilizadores de la nave de descenso salieron volando y el Pélican giró fuera de control.
Los Spartans se sujetaron de las vigas transversales cuando sus equipos estaban siendo arrojados en el interior de la nave.


"Será una caída infernal, Spartans", su piloto les dijo por el canal COM.

"Piloto automático programado para el ángulo. Demonios los estoy perdiendo, Voy a"

Un destello de luz iluminó la escotilla de la cabina y la diminuta ventana de vidrio se destrozó junto con el compartimiento del pasajero. El biomonitor del piloto no marcó signos de vida.

La taza de vertiginosidad aumentó y pedazos de metal e instrumentos salieron libremente rompiéndose y bailando alrededor del compartimiento. SPARTAN-029 Joshua era el más cercano a la escotilla de la cabina. Tiró a si mismo y dijo algo acerca de "explosiones de plasma". Él pausó por un segundo y luego agregó: "Voy a redirigir el control hacia la terminal hacia aquí. Con su mano derecha, furiosamente intervino los comandos sobre el teclado montado en la pared. Los dedos de su izquierda excavaban dentro del muro de metal.

Kelly rastreó a lo largo del marco de estribor, que permanecía allí por los movimientos oscilantes del Pélican fuera de control. Se dirigió hacia popa en el compartimento de pasajeros y dio puñetazos a un teclado y avistó los pernos explosivos que caían hacia la escotilla. (¿Barras de combustible de los Seraphs?)

"¡¡Cúbranse!!" ella gritó.


Los Spartans respondieron la orden. La escotilla explotó y salió disparada lejos de la embarcación. Fuego fluyó a lo largo del exterior del casco. En cuestión de segundos, aquel compartimento se convirtió en un horno explosivo. Kelly se inclinó para estar fuera de alcance de la nave Seraph, el calor resoplaba los escudos de energía de su armadura.


Las aeronaves Seraph del Covenant dispararon sus láseres, pero la energía de las armas se dispersaban en la estela súper- acalorada del Pélican cayendo. Una nave alienígena cayó fuera de control, tan profundo dentro de la atmósfera que era difícil maniobrar con facilidad. Los otros giraron y retrocedieron de vuelta hacia el espacio.

" También demasiado calor para ellos, eh ", mencionó Kelly. "Estamos por nuestra cuenta."

"Joshua", Fred lo llamó. "¿Cuál es el reporte?".



"El piloto automático se ha ido y la cabina de control está fuera de línea," Joshua respondió.
"No puedo contrarrestar nuestro curso con los propulsores". Dio un golpe en un comando; el puerto del motor se sacudió y la nave viró lento y cesó.


"¿Podemos aterrizar?" preguntó Fred.

Joshua no dudó en dar la mala noticia. "Negativo. La computadora no tiene solución para nuestros vectores de entrada". Tecleó rápidamente en el teclado. "Voy a conseguir mas cantidad de tiempo posible."


Fred pensó sobre sus opciones limitadas. No tenían paracaídas, ni cápsulas de salvamento propulsadas por cohetes. Solo había una simple opción: Podrían viajar directamente hacia el infierno en este Pélican… o podrían salir.

"¡¡Prepárense para un rápido descenso!!", Fred gritó. "Cojan su equipo. Surtan sus trajes con gel hidrostático a máxima presión. Arriba, Spartans…tendremos un aterrizaje forzoso”.


"Aterrizaje forzoso " era una ironía. Los Spartans y su armadura MJOLNIR eran resistentes. Los escudos de energía de la armadura, el gel hidrostático y los circuitos reactivos, junto con la estructura ósea aumentada de los Spartans, puede ser suficiente para soportar un aterrizaje de alta velocidad... pero no un impacto supersónico. Fue una apuesta peligrosa. Si Joshua no podía frenar el descenso del Pélican; Tendrían que saltar.


"Estamos a doce mil metros", Kelly gritaba, todavía agachada en una esquina de la puerta de popa.


Fred le dijo a los Spartans: "Listos, vayan a popa y salten a mi señal".

Los Spartans agarraron sus equipos y se trasladaron hacia la escotilla de apertura. Los motores del Pélican rugieron cuando Joshua anuló los propulsores para invertir sus posiciones. La desaceleración arrastró al equipo Spartan y todo el mundo se sujetó, o trató de hacerlo. Joshua utilizó el tiempo que quedaba, para tratar de tomar cierto control de la nave y resistir; después la nariz del Pélican se destrozó. Un sónico estampido se escuchó a través de la nave, cuando caía por debajo de su velocidad Mach 1. El armazón de la nave se estremeció y algunos remaches aparecieron.

"Estamos a ocho kilómetros y este ladrillo sigue cayendo rápido," llamó Kelly.


"Joshua, vallamos a popa", ordenó Fred.


"Afirmativo " Joshua respondió.


El Pélican gimió horriblemente y el armazón de la nave hacía un sonido metálico a causa de la fricción, luego, crujía cuando la aeronave temblaba y se arqueaba. Fred colocó sus blindados guantes sobre la pared y trató de mantener junta la aeronave solo un poco más.

No funcionó. La esclusa del motor explotó y el Pélican cayó fuera de control. Kelly y los Spartans se acercaron a la escotilla de popa. No había más tiempo.


"¡¡Salten!!" gritó Fred. “¡Vamos: Spartans, vamos, vamos, vamos!"


El resto de los Spartans saltaron de la popa y lucharon contra las fuerzas de G del Pélican cayendo.

Fred agarró a Joshua y saltaron juntos.

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